El abecedario del verdadero amor
Podríamos profundizar en lo que es el amor, si a cada vocal o consonante del abecedario le pusiéramos las características de lo que es y debiera ser el amor porque él, en sí mismo encierra su propio abecedario.
A DE APRECIO
Apreciar al ser que se ama es darle su valor, es considerarlo digno de afecto y de reconocimiento.
Se ama a la persona humana, rica siempre -no obstante sus defectos y limitaciones- en cualidades y potencialidades a las que el amor deberá de ayudar a desarrollarse a lo largo del tiempo.
Se aprecia a la persona por lo que es, independientemente de lo que tiene y de su apariencia externa.
B DE BÚSQUEDA
El amor es una continua búsqueda del bien para el ser amado. Para ello es preciso conocerlo, descubrir su riqueza interior, encontrar los medios para su crecimiento y desarrollo hacia la plenitud de su ser.
El amor es una aventura hacia el descubrimiento de la grandeza y trascendencia de la persona humana.
C DE COHERENCIA
Decir lo que se piensa y vivir lo que se dice, eso es la coherencia.
Vivir y tratar de vivir siempre lo que se promete es ser coherente.
La coherencia en el amor es la unión íntima de dos seres entre sí, el esfuerzo por realizar, a costa de cualquier dificultad, el compromiso de entrega asumido en el momento del encuentro y de la decisión de donarse recíprocamente.
La coherencia es signo de madurez en el amor.
D DE DIÁLOGO
El amor es comunicación.
Es el encuentro íntimo de dos personas, el diálogo constante de dos mentes, dos voluntades, dos corazones... dos cuerpos.
A través de gestos y palabras se establece un dinamismo de comunicación y escucha que lleva al conocimiento recíproco, a la valoración y, de ahí, a la entrega auténtica.
E DE ESPERANZA Y ENTREGA
Así como el amor produce esperanza, confianza en el otro y en el futuro de los dos, la falta de éste causa apatía, desinterés, desconfianza y desaliento.
El entusiasmo por la vida nace de una actitud de amor sincero y de entrega a los demás.
El amor es entrega porque es ponerse en manos del otro, regalándose y dedicándose a él.
La entrega es el llamado más hondo y sublime de la naturaleza humana, por eso el hombre está llamado a amar, como su misión más alta y prioritaria en la vida.
F DE FIEL Y FECUNDO
Ser fiel es ser leal con el otro.
El verdadero amor no puede dejar de ser fiel ya que es don de sí mismo al otro y, cuando se hace un regalo, no se pide -luego de algún tiempo- su devolución.
Además el amor es fecundo porque produce y se reproduce, mientras que el egoísmo destruye y acaba con la dignidad del otro.
G DE GENEROSO
La generosidad implica nobleza y sinceridad, implica darse sin medida, sin conveniencias.
Quienes del amor hacen un negocio, un trato interesado, devalúan el arte de dignificar a la persona humana y pisotean una de las cualidades que elevan al amor y lo colocan por encima de cualquier otra actividad.
H DE HUMILDE Y HONESTO
El amor no es egoísta ni soberbio sino humilde servicio a la persona amada, reconociendo en ella un don digno de ser cuidado con lo mejor de sí mismo.
Para que el amor sea auténtico, se necesita reconocer los propios defectos y las cualidades del otro con sinceridad y honestidad aunque a veces cueste aceptarlo.
I DE INVITACIÓN
El amor es una invitación a crecer en todos los aspectos, es invitar al otro a ser mejor, es ofrecer un camino de realización personal.
J DE JOVEN
La juventud no consiste tanto en la edad corporal, cuanto en un estado de vitalidad y renovación interior, aunque esta palabra se use más por determinar una época de la vida que para otra cosa.
Por eso el amor es joven por ser y tener que ser siempre nuevo.
L DE LUZ
Luz en el amor significa saber iluminar y guiar la vida de la persona amada.
Quien se acerca a un hombre o a una mujer que ama, descubre un manantial de vida para su existencia y claridad para el camino y la meta de su vida.
Ll DE LLAMADO
En el amor existe un llamado constante a la persona amada para que sea luz, y a la vez es una llamado personal a ser luz para nuestra pareja.
M DE MOVIMIENTO Y META
El amor es dinámico, es actividad continua en bien del otro, es esfuerzo efectivo para edificar su personalidad, implica variedad en sus manifestaciones y evita la rutina en el transcurso del tiempo.
Meta, además, porque el amor en sí es un gran objetivo por alcanzar.
N DE NÚCLEO
El amor es el núcleo de la vida misma. Hay un dicho que dice así: "el que no ama no vive", porque el ser humano está llamado a amar y amando es como construye la vida, crece en su personalidad y a la vez ayuda a crecer al otro.
O DE OPTIMISTA
El amor no puede dejar de ser optimista, aunque no deje de ser realista.
El optimismo implica la esperanza y la ilusión de un futuro mejor para sí y para la persona amada.
Optimismo que se fundamenta en la fuerza misma del amor como cualidad trascendente del ser humano, como capacidad superior a cualquier otra.
P DE PERSEVERANCIA
Es tener firmeza y constancia en mantener lo prometido.
De nada sirve emprender un camino si no se llega al término del mismo.
La grandeza de un hombre y de una mujer se encuentra en su capacidad de ser perseverantes en el esfuerzo de donarse sin límites a través del tiempo.
Q DE QUERER
Amar es querer con la fuerza de voluntad más que con los sentimientos.
Es la expresión más auténtica de la decisión libre y personal de buscar el bien del otro.
S DE SACRIFICIO Y SILENCIO
El amor exige el sacrificio entendido como ofrenda, como don, y esto implica callar el propio egoísmo, sin dejar de exigir lo que en justicia corresponde.
T DE TRABAJO
El amor no puede dejar de ser trabajo, acción continua, esfuerzo constante por lograr su culminación en cada instante, no sólo al final de la vida.
U DE ÚNICO Y UNIVERSAL
El amor es único porque no es repetible, y al mismo tiempo es universal porque es común a todos y dirigido hacia todos.
El ser humano puede y necesita amar, y cada uno ama de forma única.
V DE VALIENTE
Para amar se necesita mucho valor, se necesita "garra" y valentía frente a una mentalidad adversa, que ha desvirtuado el sentido del amor y lo ha convertido en una expresión más del egoísmo.
Z DE ZUMO
El amor es el jugo de la vida, es lo que da sabor a la lucha y al esfuerzo diario, es el alimento de la propia historia.
Después del abecedario se antoja una pregunta... ¿Vale la pena vivir? ¡Sí! porque podemos amar.
A DE APRECIO
Apreciar al ser que se ama es darle su valor, es considerarlo digno de afecto y de reconocimiento.
Se ama a la persona humana, rica siempre -no obstante sus defectos y limitaciones- en cualidades y potencialidades a las que el amor deberá de ayudar a desarrollarse a lo largo del tiempo.
Se aprecia a la persona por lo que es, independientemente de lo que tiene y de su apariencia externa.
B DE BÚSQUEDA
El amor es una continua búsqueda del bien para el ser amado. Para ello es preciso conocerlo, descubrir su riqueza interior, encontrar los medios para su crecimiento y desarrollo hacia la plenitud de su ser.
El amor es una aventura hacia el descubrimiento de la grandeza y trascendencia de la persona humana.
C DE COHERENCIA
Decir lo que se piensa y vivir lo que se dice, eso es la coherencia.
Vivir y tratar de vivir siempre lo que se promete es ser coherente.
La coherencia en el amor es la unión íntima de dos seres entre sí, el esfuerzo por realizar, a costa de cualquier dificultad, el compromiso de entrega asumido en el momento del encuentro y de la decisión de donarse recíprocamente.
La coherencia es signo de madurez en el amor.
D DE DIÁLOGO
El amor es comunicación.
Es el encuentro íntimo de dos personas, el diálogo constante de dos mentes, dos voluntades, dos corazones... dos cuerpos.
A través de gestos y palabras se establece un dinamismo de comunicación y escucha que lleva al conocimiento recíproco, a la valoración y, de ahí, a la entrega auténtica.
E DE ESPERANZA Y ENTREGA
Así como el amor produce esperanza, confianza en el otro y en el futuro de los dos, la falta de éste causa apatía, desinterés, desconfianza y desaliento.
El entusiasmo por la vida nace de una actitud de amor sincero y de entrega a los demás.
El amor es entrega porque es ponerse en manos del otro, regalándose y dedicándose a él.
La entrega es el llamado más hondo y sublime de la naturaleza humana, por eso el hombre está llamado a amar, como su misión más alta y prioritaria en la vida.
F DE FIEL Y FECUNDO
Ser fiel es ser leal con el otro.
El verdadero amor no puede dejar de ser fiel ya que es don de sí mismo al otro y, cuando se hace un regalo, no se pide -luego de algún tiempo- su devolución.
Además el amor es fecundo porque produce y se reproduce, mientras que el egoísmo destruye y acaba con la dignidad del otro.
G DE GENEROSO
La generosidad implica nobleza y sinceridad, implica darse sin medida, sin conveniencias.
Quienes del amor hacen un negocio, un trato interesado, devalúan el arte de dignificar a la persona humana y pisotean una de las cualidades que elevan al amor y lo colocan por encima de cualquier otra actividad.
H DE HUMILDE Y HONESTO
El amor no es egoísta ni soberbio sino humilde servicio a la persona amada, reconociendo en ella un don digno de ser cuidado con lo mejor de sí mismo.
Para que el amor sea auténtico, se necesita reconocer los propios defectos y las cualidades del otro con sinceridad y honestidad aunque a veces cueste aceptarlo.
I DE INVITACIÓN
El amor es una invitación a crecer en todos los aspectos, es invitar al otro a ser mejor, es ofrecer un camino de realización personal.
J DE JOVEN
La juventud no consiste tanto en la edad corporal, cuanto en un estado de vitalidad y renovación interior, aunque esta palabra se use más por determinar una época de la vida que para otra cosa.
Por eso el amor es joven por ser y tener que ser siempre nuevo.
L DE LUZ
Luz en el amor significa saber iluminar y guiar la vida de la persona amada.
Quien se acerca a un hombre o a una mujer que ama, descubre un manantial de vida para su existencia y claridad para el camino y la meta de su vida.
Ll DE LLAMADO
En el amor existe un llamado constante a la persona amada para que sea luz, y a la vez es una llamado personal a ser luz para nuestra pareja.
M DE MOVIMIENTO Y META
El amor es dinámico, es actividad continua en bien del otro, es esfuerzo efectivo para edificar su personalidad, implica variedad en sus manifestaciones y evita la rutina en el transcurso del tiempo.
Meta, además, porque el amor en sí es un gran objetivo por alcanzar.
N DE NÚCLEO
El amor es el núcleo de la vida misma. Hay un dicho que dice así: "el que no ama no vive", porque el ser humano está llamado a amar y amando es como construye la vida, crece en su personalidad y a la vez ayuda a crecer al otro.
O DE OPTIMISTA
El amor no puede dejar de ser optimista, aunque no deje de ser realista.
El optimismo implica la esperanza y la ilusión de un futuro mejor para sí y para la persona amada.
Optimismo que se fundamenta en la fuerza misma del amor como cualidad trascendente del ser humano, como capacidad superior a cualquier otra.
P DE PERSEVERANCIA
Es tener firmeza y constancia en mantener lo prometido.
De nada sirve emprender un camino si no se llega al término del mismo.
La grandeza de un hombre y de una mujer se encuentra en su capacidad de ser perseverantes en el esfuerzo de donarse sin límites a través del tiempo.
Q DE QUERER
Amar es querer con la fuerza de voluntad más que con los sentimientos.
Es la expresión más auténtica de la decisión libre y personal de buscar el bien del otro.
S DE SACRIFICIO Y SILENCIO
El amor exige el sacrificio entendido como ofrenda, como don, y esto implica callar el propio egoísmo, sin dejar de exigir lo que en justicia corresponde.
T DE TRABAJO
El amor no puede dejar de ser trabajo, acción continua, esfuerzo constante por lograr su culminación en cada instante, no sólo al final de la vida.
U DE ÚNICO Y UNIVERSAL
El amor es único porque no es repetible, y al mismo tiempo es universal porque es común a todos y dirigido hacia todos.
El ser humano puede y necesita amar, y cada uno ama de forma única.
V DE VALIENTE
Para amar se necesita mucho valor, se necesita "garra" y valentía frente a una mentalidad adversa, que ha desvirtuado el sentido del amor y lo ha convertido en una expresión más del egoísmo.
Z DE ZUMO
El amor es el jugo de la vida, es lo que da sabor a la lucha y al esfuerzo diario, es el alimento de la propia historia.
Después del abecedario se antoja una pregunta... ¿Vale la pena vivir? ¡Sí! porque podemos amar.
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