• Salmos 111:10

    El principio de la sabiduría es el temor del SEÑOR; buen entendimiento tienen todos los que practican sus mandamientos; su alabanza permanece para siempre.

  • Mateo 11:28

    Jesùs Dijo “Vengan a mi los que están cansados, fatigados, agobiados y YO los haré descansar.”

  • 2 Timoteo 2:22

    Huye también de las pasiones juveniles, y sigue la justicia, la fe, el amor y la paz, con los que de corazón limpio invocan al Señor.

  • Juan 3:16

    Porque de tal manera amó Dios al mundo, que dio a su Hijo unigénito, para que todo aquel que cree en El, no se pierda, mas tenga vida eterna. .

  • Salmos 94:12

    Bienaventurado el hombre a quien corriges, SEÑOR, y lo instruyes en tu ley.

  • Salmos 125:1

    Los que confían en el SEÑOR son como el monte Sion, que es inconmovible, que permanece para siempre.

jueves, 18 de septiembre de 2014

Amar: Un ingrediente nada fácil

Posted by hobba.tv On 18:08 No comments

Amar: Un ingrediente nada fácil

Amar a quien te ama, ayudar al que te brinda su ayuda, sonreír al amigo, ofrecer cariño al que antes te lo ha dado. Tareas fáciles todas estas. La dificultad comienza cuando ese amor hay que otorgárselo a quien no se ama, cuando esa ayuda ha de ser ofrecida a alguien incapaz de socorrernos.

No resulta fácil desprendernos de nuestro orgullo y despertar en otros el asombro que suele provocar lo inusual. Extender la mano hacia alguien que nunca supo ofrecerla y encontrar en el receptor una muestra de perplejidad e incomodo.

Y sería ingrato por nuestra parte mantener las manos en los bolsillos cuando hay necesidad de cooperación, de solidarizarnos con aquel que se muestra poco solícito hacia el favor.

No resulta fácil dar amor al enemigo, sonreír al recio que malhumorado expresa su descontento sin razón aparente.

No resulta fácil pasar página cuando no consigues asimilar que el capítulo se ha acabado. Tampoco es fácil decir que no a ese gran proyecto, porque comprendes que no es de la voluntad de Dios.

Abnegar nuestros deseos, para poder satisfacer los de otros, sigue siendo una asignatura pendiente, un peldaño costoso de subir.

La recompensa a esa abnegación no la hemos de esperar en el agradecimiento ajeno -una gratitud que a veces no llega- sino en saber que todo lo que hacemos por el bien de otros, es del agrado de Dios. Y ello, ha de ser razón más que suficiente para sentirnos comprometidos en la tarea de amar, labor nada sencilla.

Hace poco escuché una predicación basada en el conocidísimo pasaje de Lucas 10:25-37

En dicho texto se nos relata un acto de amor de un hombre hacia otro hombre, un desprendimiento que deja impresa una lección a poner en práctica. Una vez más esa parábola me golpeó en el corazón, instándome a permanecer firme ante esa egoísta voz, que a veces me intenta seducir para que siga los cánones de comportamiento de esta sociedad cada vez más hedonista.

Soy prójimo, por ello he de mostrarme hermano con los prójimos amigos y con aquellos que no lo son.

Sigue sin resultar fácil, pero nadie nos dijo que esta aventura iba a serlo. Por ello, enarbolando una vez más una bandera de amor, intento derramar con mis palabras ese ingrediente; cada vez más escaso, con el cual sazonar la tierra.

Ya saben a que ingrediente me refiero. Utilícenlo a diario para espolvorear este mundo, de seguro, con la aportación de cada uno de nosotros, este gran cocido nos será más deleitoso de gustar.

¿De qué está hecha la vida, de bien o de mal?

La vida no se mide ganando puntos (como en un juego). Tampoco se mide por el número de amigos que tienes, ni por como te aceptan los otros, ni por los planes que tienes para el fin de semana, ni por si te quedas en casa solo. No se mide según con quién sales, o con quien solías salir ni por el número de personas con quien has salido, ni por si no has salido nunca con nadie.

La vida tampoco se mide por la persona que has besado. No se mide por el sexo. No se mide por la fama de tu familia, ni por el dinero o bienes que tu familia posea, ni por la marca del carro que manejas, ni por la escuela a que asistes. No se mide por lo feo o guapo que seas, ni por los zapatos que uses o el tipo de música que prefieras. No importa si tienes el pelo rubio, castaño, negro o rojo, o si tu tez es blanca o morena. No se mide por las notas que recibes, ni por lo inteligente que seas, ni por lo inteligente que dicen los exámenes estandarizados que eres. No se mide por las organizaciones religiosas o sociales a las que perteneces, tampoco por que tan bueno seas en “tu” deporte.

La vida simplemente no es nada de eso. Pero la vida sí se mide según el amor que des o según el daño que hagas. Se mide según la felicidad o la tristeza que proporciones a otros. Se mide por los compromisos que cumples o las confianzas que traicionas. Se trata de la amistad, la cual puede usarse como algo sagrado o como una arma. Se trata de lo que dicen y lo que quieres decir, sea dañino o benéfico. Se trata de murmurar o de contribuir a los pequeños chismes. Se trata de los juicios que formulas y de por qué los formulas, y a quien y con que intención se los comentas.

La vida se trata de a quien no le haces caso o ignoras…adrede y a pleno propósito. Se trata del celo, del miedo, de la ignorancia y de la venganza. Se trata del odio que puedes llevar adentro, de como lo borras o como lo riegas y lo cultivas. Pero la mayor parte se trata de si usas la vida tuya para tocar y amar o para envenenar el corazón de otros, de una manera que habría sido imposible que ocurriera de otra forma. La vida se trata de vivir una vida plena, que impacta y transforma vidas.

Tú y sólo tú escoges la manera en que afectarás para bien o para mal el corazón de tus semejantes…….yesas decisiones son de lo que se trata la vida. El corazón de este asunto es un asunto del corazón

¿Buscando a tu media naranja?

Posted by hobba.tv On 18:06 No comments

¿Buscando a tu media naranja?

La idea de tener una alma gemela viene de la creencia griega que al principio de la humanidad cada ser humano tenía cuatro brazos, cuatro piernas y una cabeza con dos caras. El rey de los dioses Griegos temía que los humanos se convirtieran en seres poderosos por lo cual separo el cuerpo en dos, condenando a los individuos a pasar el resto de sus vidas buscando su otra mita para ser completos.

Con el tiempo la idea de la alma gemela ha cambiado para incluir la idea de una alma gemela del sexo opuesto. Hoy en día el concepto de la alma gemela y media naranja significan lo mismo, el creer que alguna parte del planeta existe la pareja perfecta. Una persona con la cual se va hacer compatible en todo, que ama incondicionalmente y con la cual se puede pasar felizmente el resto de la vida juntos.

Si usted está en busca de su media naranja le queremos advertir que este no es un concepto creado por Dios ni es la perfecta voluntad del Creador para una relación de pareja. Por lo cual, cualquier plan ajeno al de Dios para un noviazgo o matrimonio permiten a que la persona sea vulnerable a las heridas y el dolor. Adicionalmente, el desear a la pareja perfecta muchas veces revela que en el corazón de la persona existen temores, egoísmo e grandes vacios.

La persona que busca a la pareja perfecta lo hace porque sabe lo imperfecto que pueden ser las relaciones sentimentales. Es probable que estas personas hayan sufrido o fueron testigos del dolor que se sufre cuando un noviazgo o matrimonio termina. Exigen la perfección en su pareja porque necesitan tener la seguridad que la relación no vaya a terminar en fracaso. El tener estándares altos para una relación sentimental es bueno pero el exigir que una persona sea perfecta es algo irreal. Nadie es perfecto, de hecho la Biblia dice que todos somos imperfectos y se alguien se cree perfecto o piensa que una persona es perfecta esta creyendo una mentira (1 Juan 1:8).

La seguridad en una relación no se debe basar en estándares imposibles de cumplir sino en Dios. Cuando existen dos personas imperfectas que buscan a un Dios perfecto, entonces esa relación, con la ayuda de Dios, se mantiene a pesar de las imperfecciones o desacuerdos. Eclesiastés 4:12 dice que, “Uno solo puede ser vencido, pero dos pueden resistir. ¡La cuerda de tres hilos no se rompe fácilmente!

Hay personas que están en busca del alma gemela porque quieren encontrar a alguien que les ame incondicionalmente. Muchas veces el “incondicional” es otra manera de decir, “busco a una persona que me ame tal como soy y no estoy dispuesto a cambiar”. La Biblia en 1 Corintios 13 nos ayuda a definir lo que es el amor desde la perspectiva de Dios y en el versículo 5 de este capítulo las Escrituras dicen que “el amor no busca lo suyo”, en otras palabras no es egoísta.

Pablo en Efesios 5 da varios consejos acerca de cómo una pareja puede tener un buen matrimonio y en versículo 20 aconseja que tanto el esposo como la esposa se sometan el uno al otro. Una persona que ama el egoísmo más que el bienestar de su relación, esta encaminándose a un fracaso. Por lo cual sea una persona abierta a hacer cambios positivos que le ayuden a tener una relación donde se practica un amor altruista y no egoísta.

Si usted está en busca de una pareja porque se siente incompleto o insatisfecho con la vida, le queremos dejar saber que el plan de Dios nunca fue el crear a un ser humano para llenar el alma del prójimo. Cuando se busca que una persona sea la que satisfaga el corazón pero no Dios, esto es una forma de idolatría (Éxodo 20:3-5).

En 1 Juan 4:16-17, la Biblia nos dice que todo lo que hay en el mundo es pasajero por lo cual la pareja le satisfará por un tiempo pero eventualmente ningún ídolo va a saciar su alma por completo. Si usted quiere saber lo que es el verdadero amor busque una relación cercana a Dios, Él es amor (1 Juan 4:7-8). Solamente el eterno y poderoso amor de Dios es suficiente para satisfacer el corazón humano.

¿Dónde está su media naranja? No sabemos donde esta esa persona perfecta que jamás le va a fallar, que acceda a ser amada de una forma egoísta y que llene por completo su vida. Lo que sí sabemos es que Dios está cercano a todo aquel que le invoca y cumple los deseos de los que le temen (Salmo 145:18-19). Si usted tiene el deseo de ser amado, saciado y perfeccionado, no busque una media naranja, busque a Cristo. Deléitese en Dios y confié que Él le dará el buen deseo de su corazón de encontrar a ese cónyuge que será de bendición a su vida (Salmo 37:4-5).

El abecedario del verdadero amor

Posted by hobba.tv On 18:05 No comments

El abecedario del verdadero amor

Podríamos profundizar en lo que es el amor, si a cada vocal o consonante del abecedario le pusiéramos las características de lo que es y debiera ser el amor porque él, en sí mismo encierra su propio abecedario.

A DE APRECIO
Apreciar al ser que se ama es darle su valor, es considerarlo digno de afecto y de reconocimiento.
Se ama a la persona humana, rica siempre -no obstante sus defectos y limitaciones- en cualidades y potencialidades a las que el amor deberá de ayudar a desarrollarse a lo largo del tiempo.
Se aprecia a la persona por lo que es, independientemente de lo que tiene y de su apariencia externa.

B DE BÚSQUEDA
El amor es una continua búsqueda del bien para el ser amado. Para ello es preciso conocerlo, descubrir su riqueza interior, encontrar los medios para su crecimiento y desarrollo hacia la plenitud de su ser.
El amor es una aventura hacia el descubrimiento de la grandeza y trascendencia de la persona humana.

C DE COHERENCIA
Decir lo que se piensa y vivir lo que se dice, eso es la coherencia.
Vivir y tratar de vivir siempre lo que se promete es ser coherente.
La coherencia en el amor es la unión íntima de dos seres entre sí, el esfuerzo por realizar, a costa de cualquier dificultad, el compromiso de entrega asumido en el momento del encuentro y de la decisión de donarse recíprocamente.
La coherencia es signo de madurez en el amor.

D DE DIÁLOGO
El amor es comunicación.
Es el encuentro íntimo de dos personas, el diálogo constante de dos mentes, dos voluntades, dos corazones... dos cuerpos.
A través de gestos y palabras se establece un dinamismo de comunicación y escucha que lleva al conocimiento recíproco, a la valoración y, de ahí, a la entrega auténtica.

E DE ESPERANZA Y ENTREGA
Así como el amor produce esperanza, confianza en el otro y en el futuro de los dos, la falta de éste causa apatía, desinterés, desconfianza y desaliento.
El entusiasmo por la vida nace de una actitud de amor sincero y de entrega a los demás.
El amor es entrega porque es ponerse en manos del otro, regalándose y dedicándose a él.
La entrega es el llamado más hondo y sublime de la naturaleza humana, por eso el hombre está llamado a amar, como su misión más alta y prioritaria en la vida.

F DE FIEL Y FECUNDO
Ser fiel es ser leal con el otro.
El verdadero amor no puede dejar de ser fiel ya que es don de sí mismo al otro y, cuando se hace un regalo, no se pide -luego de algún tiempo- su devolución.
Además el amor es fecundo porque produce y se reproduce, mientras que el egoísmo destruye y acaba con la dignidad del otro.

G DE GENEROSO
La generosidad implica nobleza y sinceridad, implica darse sin medida, sin conveniencias.
Quienes del amor hacen un negocio, un trato interesado, devalúan el arte de dignificar a la persona humana y pisotean una de las cualidades que elevan al amor y lo colocan por encima de cualquier otra actividad.

H DE HUMILDE Y HONESTO
El amor no es egoísta ni soberbio sino humilde servicio a la persona amada, reconociendo en ella un don digno de ser cuidado con lo mejor de sí mismo.
Para que el amor sea auténtico, se necesita reconocer los propios defectos y las cualidades del otro con sinceridad y honestidad aunque a veces cueste aceptarlo.

I DE INVITACIÓN
El amor es una invitación a crecer en todos los aspectos, es invitar al otro a ser mejor, es ofrecer un camino de realización personal.

J DE JOVEN
La juventud no consiste tanto en la edad corporal, cuanto en un estado de vitalidad y renovación interior, aunque esta palabra se use más por determinar una época de la vida que para otra cosa.
Por eso el amor es joven por ser y tener que ser siempre nuevo.

L DE LUZ
Luz en el amor significa saber iluminar y guiar la vida de la persona amada.
Quien se acerca a un hombre o a una mujer que ama, descubre un manantial de vida para su existencia y claridad para el camino y la meta de su vida.

Ll DE LLAMADO
En el amor existe un llamado constante a la persona amada para que sea luz, y a la vez es una llamado personal a ser luz para nuestra pareja.

M DE MOVIMIENTO Y META
El amor es dinámico, es actividad continua en bien del otro, es esfuerzo efectivo para edificar su personalidad, implica variedad en sus manifestaciones y evita la rutina en el transcurso del tiempo.
Meta, además, porque el amor en sí es un gran objetivo por alcanzar.

N DE NÚCLEO
El amor es el núcleo de la vida misma. Hay un dicho que dice así: "el que no ama no vive", porque el ser humano está llamado a amar y amando es como construye la vida, crece en su personalidad y a la vez ayuda a crecer al otro.

O DE OPTIMISTA
El amor no puede dejar de ser optimista, aunque no deje de ser realista.
El optimismo implica la esperanza y la ilusión de un futuro mejor para sí y para la persona amada.
Optimismo que se fundamenta en la fuerza misma del amor como cualidad trascendente del ser humano, como capacidad superior a cualquier otra.

P DE PERSEVERANCIA
Es tener firmeza y constancia en mantener lo prometido.
De nada sirve emprender un camino si no se llega al término del mismo.
La grandeza de un hombre y de una mujer se encuentra en su capacidad de ser perseverantes en el esfuerzo de donarse sin límites a través del tiempo.

Q DE QUERER
Amar es querer con la fuerza de voluntad más que con los sentimientos.
Es la expresión más auténtica de la decisión libre y personal de buscar el bien del otro.

S DE SACRIFICIO Y SILENCIO
El amor exige el sacrificio entendido como ofrenda, como don, y esto implica callar el propio egoísmo, sin dejar de exigir lo que en justicia corresponde.

T DE TRABAJO
El amor no puede dejar de ser trabajo, acción continua, esfuerzo constante por lograr su culminación en cada instante, no sólo al final de la vida.

U DE ÚNICO Y UNIVERSAL
El amor es único porque no es repetible, y al mismo tiempo es universal porque es común a todos y dirigido hacia todos.
El ser humano puede y necesita amar, y cada uno ama de forma única.

V DE VALIENTE
Para amar se necesita mucho valor, se necesita "garra" y valentía frente a una mentalidad adversa, que ha desvirtuado el sentido del amor y lo ha convertido en una expresión más del egoísmo.

Z DE ZUMO
El amor es el jugo de la vida, es lo que da sabor a la lucha y al esfuerzo diario, es el alimento de la propia historia.

Después del abecedario se antoja una pregunta... ¿Vale la pena vivir? ¡Sí! porque podemos amar.

La Mujer Virtuosa - Proverbios 31: 10-31

Este pasaje nos habla de varias cosas interesantes, entre ellas el hecho de que esta mujer virtuosa no solamente se ocupa de su casa y de sus hijos y de su esposo, sino que tiene otros intereses y ocupaciones.

Algunos utilizan esto para demostrar que una mujer virtuosa puede (e inclusive debe) trabajar fuera de casa. Sin embargo, esta mujer en realidad trabaja desde su casa, es decir, nunca abandona su primer deber, que es ser el centro del hogar, sino que aunado a ello, desarrolla varias otras actividades que enriquecen su vida, tanto materialmente como en satisfacción por sus logros personales.

Mientras que el esposo trabaja fuera (en este caso, se trata de una sociedad agraria, en la que la ocupación principal de él es el campo y lo relacionado con la producción agrícola, pero equivaldría a un esposo actual que trabaja en un empleo cualquiera), ella se ocupa del hogar, aunque con mucha más amplitud que una mera ama de casa.

Ella es administradora, una mujer de negocios, sabia para tomar decisiones, prudente, gana bien y tiene la libertad de disponer de sus ganancias como a ella bien le parece. Asimismo, supervisa y planea. Su responsabilidad es grande, pero su capacidad para enfrentarla también lo es.

El subtítulo para esta porción, Elogio de la mujer virtuosa (en la Biblia Reina-Valera Revisión 1960), nos da una idea de que lo que ella hace está bien hecho y es digno de ser alabado. La actitud de esta mujer es un ejemplo para toda mujer cristiana que desee desempeñar su papel de madre, ama de casa y esposa correctamente.

Desde el inicio (v. 10) se nos muestra cuán difícil es para el hombre hallar una mujer así, y para la mujer, ser así. Una mujer de este talante vale su peso en oro, literalmente en piedras preciosas.

Su esposo entiende la valía de ella, y confía plenamente en sus capacidades, ya que ella ha demostrado ser merecedora de toda confianza por la inalterable lealtad que tiene hacia a su esposo y sus intereses. Esta confiabilidad ella la ha ido ganando a pulso, a través del tiempo, y continúa en crecimiento. Además ha demostrado ser capaz de aumentar la prosperidad de él en el frente del hogar. El dinero que él le da y el que ella gana lo invierte bien, obteniendo ganancias que en el terreno económico traen seguridad a la familia.

Para ella, trabajar con sus manos es un placer: no teme “ensuciarse las manos”. Trabaja no solamente con diligencia, sino también con buena voluntad, sabiendo que sus esfuerzos están bien empleados. No hace las cosas porque la obligan, sino porque desea hacerlas. Su motivación es el amor que le tiene a su esposo, a sus hijos y a su hogar, por lo que se siente feliz haciendo lo que hace.

En ocasiones sus ocupaciones la alejan de casa, pero no por eso descuida sus deberes ni abandona a su familia. De hecho, no trabaja sola, sino que tiene criadas a las que ha adiestrado y a las que delga gran parte de los quehaceres domésticos, sabiendo que los harán bien, pues no deja de supervisarlas. Además, trata con amabilidad a sus sirvientes, asegurándose de que no les falte nada, por lo que se ha ganado la lealtad de ellos.

Su sagacidad para hacer tratos ventajosos es tal, que tiene dinero suficiente para comprar tierras. Pero no compra sólo por hacerse de más posesiones, sino viendo la manera en que estas nuevas inversiones produzcan a su vez. Probablemente uno de sus intereses es proveer de más empleos a la gente de la localidad, así que su prosperidad no es egoísta, sino que se extiende a todo el ámbito en el que vive.

Como todo ser humano, se cansa, pero saca fuerzas de donde puede para proseguir, pues se deleita en ver lo bien que van sus negocios.

Es una mujer femenina, a pesar de su asertividad y su arrojo; y en sus ratos de descanso, continúa laborando, aunque en ocupaciones más pausadas, pero igualmente productivas. Su día no termina temprano, pues entre más cosas haga, mayores serán sus satisfacciones. No le gusta estar ociosa.

A pesar de que tiene mucho en qué ocuparse, y que es rica, no olvida que hay personas que están necesitadas, y de sus mismas ganancias reparte a los pobres, mostrando así su compasión y su lado humano.

Es una mujer precavida, que no espera a que llegue el invierno para pensar en mantener caliente a su familia: se anticipa a las necesidades, y nunca se encuentra con que algo le falta.

También es una mujer consciente de su posición, pues se viste a la altura de su rango, especialmente porque desea agradarle a su marido, y para no desmerecer ante la gente que está al tanto de lo que ella hace, puesto que su carácter y sus acciones se reflejan en su esposo, que tiene una buena reputación por sí mismo y gracias a ella también.

Es una mujer reconocida por sus cualidades, entre las cuales se encuentra el honor, la fuerza, la sabiduría, la previsión, la clemencia, y la toma de decisiones acertadas, además de muchas otras ya mencionadas.

Su esposo y sus hijos la alaban, se sienten orgullosos de ella, y la aman por lo que es y la aprecian por lo que vale. Pero el secreto de todo su valor es que su corazón está cimentado en una relación con Dios, a Quien reconoce como la fuente de todo lo que ella tiene y todo lo que ella es. Es este reconocimiento de Quién es el Señor el que permite que ella se comporte como una mujer verdaderamente virtuosa, porque su virtud está íntimamente ligada con el Poseedor de todas las virtudes. La vida de ella solamente es una demostración de lo que el conocimiento personal de Dios puede hacer en una persona que está dispuesta a vivir su vida como El quiere que la viva.

Una mujer así vale más que las demás porque su atención no está en las cosas materiales ni en su propia hermosura, sino en agradar al Señor. No es imposible ser como ella, antes bien, está al alcance de toda mujer que ponga a Dios en primer lugar en su vida, y acomode el resto de sus prioridades alrededor de El, en el orden correcto de acuerdo al diseño de Dios. Sus hechos hablarán a grandes voces acerca de lo que está en su corazón. Al fin y al cabo, la fe sin obras está muerta (Stg 2:26), y las obras realizadas por la razón equivocada no valen nada.

Que la motivación de nuestra vida sea hacer las cosas de la manera que le agraden a Dios, sabiendo que hacer Su voluntad es la mejor manera de vivir y contarnos dichosas. “Y todo lo que hagáis, hacedlo de corazón, como para el Señor y no para los hombres; 24sabiendo que del Señor recibiréis la recompensa de la herencia, porque a Cristo el Señor servís” (Col 3:23,24)

7 consejos de supervivencia para la madre soltera

Después de 25 años de matrimonio, mi estatus cambió de repente a madre soltera. Los numerosos problemas de la vida me daban vueltas en la cabeza. Pero la tarea más grande que tenía ante mí era la educación de mi hijo adolescente Jeff. ¿Cómo podría lograrlo sola?

Pasé las páginas de mi Biblia utilizando el procedimiento acostumbrado, pero no encontré el consejo para el asunto que me preocupaba. Los preceptos de la Palabra de Dios me daban una base sobre la cual apoyarme y encontrar seguridad, pero aún necesitaba una orientación práctica. “Señor, ayúdame”, oraba siempre. “No sé cómo hacerlo”.

Poco a poco, el pánico se hizo menor, hasta que aprendí algunas prácticas clave para tener éxito como madre soltera, y en mi crecimiento espiritual.

1. Fije sus prioridades y aférrese a ellas. Esto significó renunciar a mi sueño de convertirme en escritora a tiempo completo, teniendo que tener tres trabajos para sobrevivir. Pero tomé empleos que fueron suficientemente flexibles para atender las necesidades de Jeff. Aunque la supervivencia era necesaria, mi condición de madre seguía siendo lo principal.

2. Esté abierta al cambio. Tuve que hacer algunos cambios grandes que al final le darían a Jeff más seguridad, vendí la casa y me deshice de todo, menos de lo indispensable. En medio de esos reajustes, veíamos la manera como Dios cuidaba de nosotros. Nos dio una hermosa casa que nos rentó una mujer de quien una vez fui orientadora. No fue necesario entregarle un depósito y nos trajo una enorme caja de comestibles cuando ocupamos la casa.

3. Determinar límites firmes. Como Jeff puso a prueba los nuevos ajustes, me pareció que necesitaba responder con límites más estrictos. Cuando intentó violar la hora de regreso a casa, lo castigué negándole la salida y le compré un buscapersonas (hoy eso habría sido un teléfono celular), para recordarle la próxima vez que le quedaba poco tiempo para regresar.

4. Rechace la venganza. Yo no quería que Jeff creciera con una madre amargada, y por eso me negué a hablar negativamente de su padre. A pesar de que nuestra familia había sido destrozada, yo anhelaba que mi hijo tuviera algún día un matrimonio venturoso. Sabía que una sana relación mía con su padre contribuiría a ello. Jeff necesitaba lograr su propia sanidad sin la carga de sus padres. Los límites en cuanto a su libertad eran firmes, pero Jeff pasaba las vacaciones con su padre y visitando familiares. Yo oraba con frecuencia en esas noches cuando el natural deseo de venganza me bombardeaba el alma. Y a medida que aprendía a aferrarme al Señor, sentía que Su mano me sostenía (Salmos 63:8).

5. Preserve las tradiciones familiares. Aunque la vida era totalmente diferente, algunas cosas tenían que seguir siendo las mismas. Nos habíamos mudado, pero Jeff mantenía su nueva habitación prácticamente igual a la que había tenido antes. Seguí cocinando sus comidas favoritas, y una vez por semana él continuó haciéndose cargo de la cena y de la limpieza.

6. Traiga su dolor a Dios. La fragmentación de una familia deja una huella dolorosa que no la mitiga nada, excepto el tiempo. Sin embargo, la madre que se queda con el hijo no puede ponerse en una posición fetal y negarse a vivir. Para sentirse seguro, mi hijo necesitaba tener una mamá fuerte. Aunque le respondía con sinceridad cuando me hacía preguntas, el Señor me evitaba los momentos embarazosos. Mi dolor era profundo e increíblemente difícil de procesar, pero no quería ahogar a mi sensible hijo. Por tanto, los gritos en mi almohada los reservaba para las horas en que Jeff dormía.

7. Cuidese a sí misma. El permanecer en buena condición física elevó mi autoestima, y le enseñó a mi hijo el fundamento de una vida sana. Excepto por un ocasional resfriado, nos manteníamos en buena forma física, al mismo tiempo que Dios sanaba poco a poco nuestras almas.

La crianza de un hijo sin la compañía de un cónyuge exige siempre oración y discernimiento, pero sobre todo implica amor al hijo y un gran coraje, dos cosas que el Señor me dio.

Jeff tiene ahora 22 años, y es un joven maravilloso. Compartimos recuerdos de los años en que ahorrábamos hasta el último centavo, en que veíamos un DVD que nos prestaba la biblioteca y en que superábamos nuestro dolor. No era la vida que habíamos planeado, pero sí una vida que hoy atesoramos.

La belleza de la modestia de la mujer cristiana

La belleza ha sido y será un tema de gran importancia para la humanidad –especialmente para aquellas del género femenino. Cada día hacemos un esfuerzo y gastamos gran cantidad de tiempo y dinero para hacernos a nosotras, a nuestras casas, carros y otros accesorios de nuestras vidas, tan bellos y atractivos como sea posible.

No hay, por supuesto, nada de malo con querer ser bella y aun debemos ser cuidadosas en aprender lo que es precisamente belleza. Lo crean o no, las Escrituras tienen mucho que decir sobre la belleza, su fuente y como ésta se refleja en la vida y persona de una mujer cristiana.

En este pequeño estudio vamos a centrar nuestra atención en sólo dos versículos del tercer capítulo de 1 de Pedro. En el versículo 3, Dios hace el quizás la más profunda declaración sobre la genuina belleza centrada en Dios.

VUESTRO ATAVÍO NO SEA EL EXTERNO,… (1 Pedro 3:3)
Esto no significa que debamos lucir lo peor posible para que esa manera la belleza de Dios pueda brillar, o que todo lo concerniente a la belleza es vanidad. Dios simplemente está diciendo que la Belleza no viene de afuera. De hecho, los adornos externos son mas un estorbo para la verdadera Belleza que una ayuda. ¡Estamos tan preocupadas por nuestra ropa, cabello, maquillaje y accesorios! Sin embargo, esas cosas no guían más a una vida espiritual que a una atracción sensual de la carne. ¿Cuan frecuentemente nos vestimos para atraer las miradas? ¿No entendemos que “los deseos de la carne, los deseos de los ojos, y la vanagloria de la vida, no proviene del Padre, sino del mundo”? (1 Juan 2:16) Y si alguno ama al mundo, el amor del Padre no está en él. (1 Juan 2:16, 15). Debemos dejar de llamar la atención sobre nosotras mismas y buscar irradiar una Belleza tal que dirija todos los ojos hacia Dios.

Nuestro atavío no debe ser el externo, sino

…SINO EL INTERIOR, EL DEL CORAZÓN, EN EL INCORRUPTIBLE ORNATO DE UN ESPÍRITU AFABLE Y APACIBLE, QUE ES DE GRANDE ESTIMA DELANTE DE DIOS. (1 Pedro 3:3)

El “ser interior” es esa parte de nosotros que no podemos “ocultar” mágicamente con el ultimo encubridor de manchas de Cover Gils´s. Es esa parte de nosotros sobre la que Dios esta verdaderamente interesado. Como le dijo Dios a Samuel años atrás,

“…Jehová no mira lo que mira el hombre; pues el hombre mira lo que está delante de sus ojos, pero Jehová mira el corazón.” (1 Samuel 16:7)

Si de verdad queremos ser hermosas (¡y lo somos!), nos debemos preocupar por nuestra condición espiritual. Estar envuelta en un vestido delicado no es tan importante como estar cubierta con un delicado y apacible espíritu. Estar vestida con la última moda no es comparable con ser llenas del Espíritu Santo y estar vestidas del Señor Jesucristo.

…antes bien sed llenos del Espíritu, (Efesios 5:18)
…sino vestíos del Señor Jesucristo, y no proveáis para los deseos de la carne. (Romanos 13:14)

Llevar puestas joyas de oro cuesta menos que llevar joyas de virtud.
¿Estamos nosotras trabajando activamente con miras hacia la Belleza y virtud espiritual o vamos en miras de lo carnal, sensual, demoniaco y mundano? ¿Hemos olvidado la opinión de Dios? ¿Hemos considéralo lo que es “de gran valor para a Sus ojos”? Antes de que vayamos corriendo hacia la nueva tienda para comprar la moda más reciente, tenemos que poner delante de nosotros al Asesor de la Verdadera Belleza y examinarnos en Su espejo (Las Escrituras).

No importa cuan “a la moda” estén nuestros atavíos externos, estos no maquillarán ni ocultarán la mancha de los defectos de una vida no controlada por el Espíritu Santo ni ocultarán nuestra falta de virtud y piedad femenina. Recuerda sabiduría de Proverbios:

Como zarcillo de oro en el hocico de un cerdo es la mujer hermosa y apartada de razón. (Proverbios 11:22)

¿Está tu modestia en la luz de la Palabra de Dios o en las tinieblas de esta torcida y perversa generación? ¿Es tu ropa un reflejo de tu rostro y de la gloria de Dios brillando sobre éste? ¿O es tu ropa un retrato de tu cuerpo? Si tu cuerpo atrae las miradas (por causa de la ropa que llevas puesta) estás siendo una piedra de tropiezo y un mal testimonio de Cristo. ¡Te debes arrepentir!

Haz un examen concienzudo a tu closet. ¿Se conforma tu closet a la voluntad de Dios o a la voluntad de la carne y del mundo obsesionado con lo sensual?

…en los cuales anduvisteis en otro tiempo, siguiendo la corriente de este mundo, conforme al príncipe de la potestad del aire, el espíritu que ahora opera en los hijos de desobediencia,
Entre los cuales también todos nosotros vivimos en otro tiempo en los deseos de nuestra carne, haciendo la voluntad de la carne y de los pensamientos, y éramos por naturaleza hijos de ira, lo mismo que los demás. (Efesios 2:2-3)

Tu cuerpo es el templo del Espíritu Santo, pertenece a Dios y algún día pertenecerá a tu esposo (si no estás casada aun). Como mujeres, cualquier adorno que llevemos no debe desviar la atención de las personas de lo que es más importante de nosotros: Cristo y lo que Él ha hecho.

Quiera Dios que las generaciones por venir den testimonio sobre la belleza de Dios en nuestras vidas, sobre nuestros rostros radiantes, y sobre la fortaleza, dignidad y virtud con la cual vestimos. Por Sharo Washer

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